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jueves, 25 de agosto de 2016

Hábitos dietéticos asociados con el cáncer








Obesidad

En EUA, el sobrepeso y la obesidad contribuyen a 14 a 20% de todas las muertes relacionadas con el cáncer. Los factores de riesgo para el cáncer de mama incluyen el aumento de peso después de los 18 años de edad y, en el caso del cáncer de mama posmenopáusico, el sobrepeso o la obesidad (American Cancer Society, 2010).
La obesidad se asocia con resultados adversos en mujeres tanto pre- y posmenopáusicas con cáncer de mama. La evidencia sugiere que el control de peso debe ser una estrategia tanto para prevenir la ocurrencia y recurrencia del cáncer de mama, así como su mortalidad.

Carnes rojas o procesadas

Uno de los diversos mecanismos sugeridos para el aumento del riesgo de cáncer colorrectal entre personas que comen las cantidades mayores de carnes rojas o procesadas es la formación de aminas heterocíclicas (AHC). Estos carcinógenos se producen por la cocción de carnes musculares a altas temperaturas.
Freír, asar a la parrilla y cocinar a las brasas son los métodos menos deseables para cocinar carnes, aves, caza y pescados. Un tipo de AHC ha estado en la lista de agentes ocasionadores de cáncer del Department of Health and Human Services desde 2002 y en 2005 se añadieron a la lista tres AHC
más que surgen de asar la carne a las brasas (American Institute for Cancer Research, 2005).
Las cantidades de AHC se pueden reducir mediante:
􀂄􀀁 La cocción a bajas temperaturas y alta humedad, como estofar y rostizar en un recipiente cerrado.
􀂄􀀁 Freír en sartén a menores temperaturas y dar vuelta a las tortitas de carne molida cada minuto (Salmon, 2000).
􀂄􀀁 Marinar las carnes para asar reduce las AHC entre 92 y 99% (American Institute for Cancer Research).


Alcohol

El riesgo de de cánceres asociados con el alcohol aumenta de manera significativa con el consumo de más de dos tragos por día. Los riesgos son equivalentes si el trago es de 355 ml (12 oz) de cerveza, 148 ml (5 oz) de vino o 44.5 ml (1.5 oz) de alguna bebida alcohólica destilada. La ingesta moderada de alcohol se ha asociado de forma consistente con un aumento entre 30 y 50% en el riesgo de cáncer
de mama.

El mecanismo por el que el alcohol se relaciona con el cáncer de mama se desconoce, pero las posibilidades incluyen:
■ Aumentos inducidos por el alcohol en los estrógenos u otras hormonas circulantes.
■ Reducción en las concentraciones de folato.
■ Efectos directos del alcohol o de sus metabolitos sobre el tejido mamario.

La ingesta de alcohol junto con el tabaquismo aumenta el riesgo de los cánceres de boca, laringe y esófago mucho más que cualquiera de ambas prácticas por sí sola (American Cancer Society, 2010).

Alimentos conservados en sal


Estudios en otros países vinculan las dietas que contienen gran des cantidades de alimentos conservados con sal y encurtidos con un aumento en el riesgo de cánceres del estómago, nasofaríngeo y de garganta (Kushi et al., 2006). La evidencia sugiere que el riesgo de cáncer gástrico puede disminuirse con una ingesta elevada de frutas y verduras, en particular frutas. 



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